miércoles, noviembre 21, 2012

Medio Sueño de Andrea Lértora.


Andrea Lértora presenta una nueva muestra de ilustraciones este miércoles 5 de diciembre en Galería Cecilia Gonzalez Arte Contemporáneo (Batallón Junín 114, Barranco) , líneas abajo el texto de Carlo Trivelli referente a la exposición:


Sensaciones envolventes. Remolinos, olas y tentáculos de pulpos, raíces que entran por puertas y salen por ventanas solo para volver a entrar por otras. Arena que lo empieza a cubrir todo. La ciudad, los espacios que habitamos cotidianamente, nuestras vidas, todo invadido.
El espectador podría pensar en un escenario apocalíptico, en una venganza de la naturaleza, pero esas referencias, tan a tono con los tiempos, pueden resultar engañosas.
Andrea describe el proceso, de más de un año, de trabajo en “Medio sueño” como uno que “comenzó haciendo tramas y tejidos con el estilógrafo que fueron arrastrando la mano de la artista hasta someter al papel”. Es ese el punto de partida en el que hay que pensar: el dibujo, las tramas y tejidos, la sinuosidad de las líneas. Todo surge de ahí. El ejercicio manual del dibujo como un medio para dejarse llevar, como acción que descarga una emoción, como gesto que libera lo que la artista lleva dentro. Lo que se somete, entonces, no es solo el papel, sino la muralla que encierra el mundo interior, como quien abre las compuertas de una represa, trazo a trazo.
Pero no estamos ante una mera experiencia de dibujo automático. Las líneas fluyen y van dándole forma a un universo figurativo, van creando objetos, escenarios, situaciones. Lo que aparece como sinuoso, una emoción en principio, un germen de algo, se encarna en ráfagas de viento o raíces envolventes, en olas y dunas. Y a todo ello Andrea le pinta un escenario. No puede ser casual que la ciudad esté pintada, mientras que estas fuerzas naturales estén dibujadas. La diferencia en lenguaje entre uno y otro elemento anuncia que provienen de sitios distintos. Las pasiones y el criterio de realidad, quizá. O lo gestual y lo conceptual, quién sabe.
Y es en este punto en el que el espectador debería reparar en las personas. La gente que habita este mundo cotidiano tomado por la naturaleza sigue con lo suyo, como si nada: camina portafolio en mano o se sienta a la mesa para el desayuno. Y es quizá eso lo que pasa realmente con la vida: los vientos arremolinados, los mares embravecidos, las retorcidas raíces y los páramos de desiertos emocionales nos envuelven. Suena el despertador y nos arranca de sueños turbulentos. Hay que levantarse, servir el desayuno, ir a trabajar. Debemos seguir adelante. Como decía Klee, el arte no reproduce aquello que es visible sino que hace visible aquello que no siempre lo es.

Carlo Trivelli

Fuente: Andrea Lértora.

Link: www.ceciliagonzalez.org

R.